domingo, 25 de octubre de 2015

Paternalismo: pasivo o activo en las empresas familiares?

¿Es el paternalismo un activo o un pasivo en las empresas familiares? Esta es una interrogante que se da muy seguido entre propietarios de empresas, y a decir verdad, suele relacionarse como un concepto negativo para el desarrollo de una empresa. Mi opinión es que no es así, necesariamente.
Empecemos por entender qué es paternalismo. La palabra deriva de las siguientes raíces latinas: paternus (padre), alis (relativo a) y el sufijo ismo (doctrina, tendencia). Por lo tanto la palabra podríamos definirla como “tendencia a aplicar la autoridad y protección relativas al padre”, para el caso que nos ocupa tendríamos que agregar “a quienes no son nuestros hijos, sino nuestros colaboradores”. ¿Es esto perjudicial para la empresa?
Empecemos preguntándonos ¿Qué es lo que hace (o debería hacer) un buen padre que no debería hacer el dueño de una empresa? Un padre es co-responsable (junto con la madre) de la educación de los hijos. ¿Y qué es educarlos? formarlos en principios y valores que los hagan actuar correctamente. Esto último implica un gran desarrollo de la voluntad y una fuerte dosis de persistencia para mejorar cada día. Si esto lo hacemos con nuestros hijos ¿está reñido hacer lo mismo con nuestros colaboradores? Opino que no. De hecho creo que un propietario de empresa que realmente sea un líder ayudará a que las oersonas que trabaja con él crezcan dentro de la organización, que aprendan y que logren mejores posiciones, y que como herederos de los principios y valores del fundador, sean los llamados a transmitir estos a los nuevos colaboradores.
Para que esto suceda en la empresa se debe desarrollar apropiadamente y a medida de cada realidad, las buenas prácticas de la gestión del talento, desde la buena selección, la evaluación del desempeño, la capacitación, la oportunidad de asumir nuevos retos y responsabilidades (promoción), la comunicación fluida y transparente, y además, la aplicación de la disciplina cuando sea necesaria. Exceptuando la selección, ¿no son estas las prácticas habituales que desarrollamos a lo largo de la formación de nuestros hijos? Faltarían a todas estas las prácticas de distribución económica que en el caso del personal de la empresa deben seguir las reglas de mercado y de la meritocracia, y en el caso de los hijos deberían seguir las reglas de la sobriedad y la austeridad.
¿Pero es realista que las empresas puedan funcionar bajo estos principios? Simon Sinek en un difundido video del canal TED Why good leaders make you feel save [1], nos habla de la empresa Next jump (www.nextjump.com) cuyo fundador y CEO Charlie Kim tiene la política del “empleo de por vida” y lo hace bajo el principio que de la misma manera como ningún padre expulsaría a un hijo de la casa ante un entorno complicado, la empresa tampoco debería prescindir de sus colaboradores ante las dificultades, por el contrario, si alguien falla debe recibir el apoyo y la colaboración necesaria para que se recupere ¿no es esto lo que haríamos con uno de nuestros hijos?.
Lamentablemente, la esencia de la paternidad y del paternalismo muchas veces encuentra su lado oscuro. Para ambos casos, la deformación se consigue con la sobreprotección y el engreimiento; con la falta de exigencia, la exaltación y mal uso de los derechos ganados, la pérdida de la excelencia por el conformismo, y la devaluación de la meritocracia lo que genera mediocridad.
Corruptio optimi pessima est (la corrupción de lo mejor es lo peor). El paternalismo por lo tanto podría ser un gran activo para la empresa familiar si es que se cultiva en sentido apropiado y se fortalece con la exigencia y la búsqueda de la excelencia de cada persona de la organización.
Fuente: http://semanaeconomica.com/familiasac/2015/10/25/el-paternalismo-en-las-empresas-familiares/

domingo, 18 de octubre de 2015

La importancia de la diversificación de la empresa familiar

 Para que una empresa familiar se sostenga y perdure es necesario que apueste por la diversificación del plan de negocios y buscar otras oportunidades de expandirse, consideró el especialista Ernesto Poza. En el marco del IV Foro Internacional de Empresas Familiares que organiza la Universidad de Monterrey (UDEM), también expuso que la brecha generacional puede ser un impedimento para el crecimiento de una empresa familiar. Poza, profesor emérito en Thunderbird School of Global Management, en Estados Unidos, aconsejó a quienes dirigen este tipo de empresas que se concentren menos en la sucesión de la presidencia o dirección del negocio. Es necesario, subrayó, que se enfoquen más en cómo encontrar las vías que la lleven al éxito y uno de estos caminos puede ser adaptar el negocio a las demandas de los consumidores. “Esta diversificación se debe planear alrededor de mercados relacionados al giro de la empresa, o, si se exploran nuevos productos, lo mejor es partir de tecnologías probadas”, dijo. Poza sostuvo que “la brecha generacional puede ser un impedimento para el crecimiento de su empresa, donde los padres podrían pensar que en la diversificación hay que conocer los límites”. Entonces, apunto, “los hijos podrían buscar otros caminos, producto de la pasión por hacer algo diferente y con su propio sello”. El catedrático sugirió a los empresarios “apostar por escuchar las nuevas ideas, sobre todo cuando los hijos son aún jóvenes, pues de esta manera tienen mucha pasión” y están libres de prejuicios

domingo, 4 de octubre de 2015

Empresa familiar y la prevención de problemas

Las empresas son un terreno en el que las decisiones y estrés del día a día pueden tener como consecuencia que las relaciones personales y laborales de sus trabajadores se resientan. Por esta razón, crear una empresa familiar supone una decisión que ha de ser meditada y segura.
Expertos de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam) y el Centro de Mediación Empresarial de Madrid(Cmem) apuntan que «la mediación es una buena alternativa para tratar los problemas dentro de la empresa familiar y evitar su cierre».
Es el componente emocional el que hace que en las empresas de este tipo sea necesario diferenciar entre los vínculos familiares y la jerarquía de poder en el negocio. Antonio Sánchez-Pedreño, presidente del Centro de Mediación Empresarial de Madrid, señala que «la mediación es la mejor inversión que se puede realizar para resolver una disputa, pues, por un coste muy bajo, se puede llegar a solucionar las dificultades que surgen entre las partes».

Inversión en dinero y tiempo

Aunque en Europa la mediación supone únicamente el 1% de los casos que se abren, según datos del Banco Mundial y del Parlamento Europeo, el coste de los procesos de mediación supone un 78% de ahorro en comparación de los procesos judiciales. Los procedimientos en tribunales suponen un gasto medio de 8.000 euros, los de mediación tan solo 1.800 euros.
Pero el beneficio no es sólo económico. El tiempo también es un factor importante: en España, los procedimientos judiciales duran —de tiempo medio— 500 días; la mediación solo 50 días.
Antonio Montejo, abogado del Cnem, señala otras muchas ventajas: «la flexibilidad, la confidencialidad del proceso y la garantía de contar con un mediador idóneo en cada caso». Además recomienda que los empresarios introduzcan una cláusula de mediación para evitar, en el futuro, llegar a un proceso judicial.

Prevenir y regular, claves

La previsión es fundamental en estos casos. Las empresas familiares deben tener, según Mª Luisa Sanz y Jorge Miralles —dos expertos en mediación—, canales de resolución de conflictos dentro de las organizaciones y para ello tienen que crear reglamentos reconocidos y aceptados por todos los miembros de la familia y empresa.
Fuente:http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20151004/abci-resuelven-conflictos-emocionales-empresas-201509211708.html