martes, 29 de diciembre de 2015

La sucesión en la Empresa Familiar como proceso y no como suceso

La sucesión en las empresas ha sido un tema controvertido y a la no preparación de este proceso se achaca la muerte de muchas empresas. Para profundizar en esta cuestión entrevistamos a Julio Pindado (Catedrático de la Universidad de Salamanca), que desde la doble vertiente de director del Instituto Multidisciplinar de Empresa (IME) y director de la Cátedra de Empresa Familiar ha vivido experiencias relacionadas con la sucesión en la empresa. 
–¿Existe alguna cifra que nos ponga de manifiesto la dimensión del problema de la sucesión? 
–Sí. A nivel internacional, según las estimaciones del ‘Family Firm Institute’ un 70 por ciento de las empresas familiares no sobrevivirán en la segunda generación y el 90 por ciento no llegará a la tercera. Estas cifras son consecuentes con el siguiente refrán que existe prácticamente en todas las lenguas del mundo «abuelo arriero, padre caballero, nieto pordiosero». A nivel nacional, un estudio reciente de la Red de Cátedras de Empresa Familiar del Instituto de Empresa Familiar refleja datos similares. En concreto, de 1,1 millones de empresas familiares (que suponen el 90% de las empresas) sólo el 25% consiguió pasar a la segunda generación, el 9% a la tercera generación, y a partir de aquí sólo ha conseguido pasar el 1%. 
–Entonces, ¿podemos concluir que es un serio problema? 
–Sí claro, para las que se quedan en el camino así es. Pero yo cambiaría la forma de verlo, la sucesión es una oportunidad de cambio para adaptarse a un mundo cada vez más cambiante. Se trata de aprovechar un evento cierto, nadie independientemente del estatus podrá permanecer ahí por siempre y, esto que puede padecer muy simple, no es entendido por una gran mayoría de los fundadores. Aunque de palabra dicen entenderlo, no en sus actos, lo que en alguna ocasión a algún empresario de confianza le he llegado a pedir la fórmula de la inmortalidad. Ante su asombro por tal petición le manifesté que el mismo asombro tenía yo por sus actos. La buena noticia es que es posible realizar una buena sucesión y hay casos que así lo muestran, donde este evento cierto se ha visto como una oportunidad.
–¿Cómo se puede transformar la sucesión en una oportunidad? 
–Es muy sencillo, basta con tener claro que la sucesión en la empresa debe ser un proceso no un suceso. Por tanto, como proceso debe constar de varias etapas, las cuales deben ser correctamente planificadas y ejecutadas. El diseño de estas etapas es crucial para garantizar el éxito del proceso, cuyo recorrido te irá abriendo oportunidades que te permitan consolidar tu proyecto empresarial. Además, deberíamos tener en cuenta que la sucesión tiene tres dimensiones que deben ser abordadas de forma coordinada, las cuales son la sucesión en la dirección, la sucesión en el gobierno y la sucesión en la propiedad. 
–¿Qué destacarías de la sucesión en la dirección? 
–La primera idea a destacar es: la sucesión en la dirección no es una cosa intrínseca a la empresa familiar. Sin embargo, esta necesidad es más acuciante en la empresa familiar por las interrelaciones que este hecho pueda tener para la familia, si dentro de la misma existen varios candidatos para ser el sucesor en la dirección de la empresa. Destaco esta dualidad, porque nos permite llegar a una conclusión muy importante, si observamos por qué se da la sucesión en la dirección en las empresas no familiares. En estas empresas se cambia al líder actual (sea presidente ejecutivo, consejero delegado o director general) cuando se observa que no es el mejor para dirigir los destinos de la empresa. Esto suele ocurrir cuando el actual líder no es una persona adecuada para hacer frente a los cambios que el entorno exige a la empresa, y sobre todo, cuando no es la persona idónea para implementar la estrategia de la empresa. En definitiva, se aplican las reglas del mercado. Esta idea también se debe trasladar a las empresas familiares, de manera que aplicando este principio se pueden evitar muchos conflictos que son innecesarios. Debe estar claro que sucesor en la dirección sólo puede ser uno y debe ser la persona más adecuada para implementar la estrategia de la empresa, independientemente que se encuentre en la familia o fuera de ésta.
–Esto es fácil decirlo pero es difícil hacerlo, ¿Cómo se puede llevar a cabo? 
–Yo diría que lo realmente difícil es persuadir al directivo actual de que este es el proceso a seguir, en especial si se trata del fundador. El papel de las cátedras de empresa familiar es muy importante para introducir a las empresas en este proceso, y que se vayan recorriendo las etapas del proceso correctamente. La primera etapa es la identificación del momento en el que se debe iniciar el proceso. La segunda es quién puede coger el timón del negocio. Como regla general se busca primero dentro de la empresa (familia en caso de empresas familiares), pero si no se encuentra se debe buscar en el mercado. La tercera es la preparación del futuro directivo y, finalmente, la cuarta y última etapa, es el traspaso de poderes e inicio de una nueva etapa. 
–Algunas cuestiones en las que profundizar, ¿cuándo iniciar el proceso? 
–El motivo para iniciar la sucesión en la dirección puede venir determinado por las características del negocio que requiera el cambio de directivo, la edad del directivo que se acerca a la jubilación o cambios en el entorno que llevan a la necesidad de nuevos estilos de dirección. Lo que es importante es que cuanto antes mejor, pues siempre se puede ralentizar la velocidad del proceso en caso de que sea conveniente, pero de esta manera nos aseguramos de no empezar tarde. Empezar tarde es la causa más habitual por la que fracasan estos procesos de sucesión. Hay muchas razones que explican el nefasto resultado, algunas tan populares como el conocido ‘Síndrome Príncipe Carlos’, que no hace falta en esforzarse en explicar que genera una desmotivación total del sucesor, que en caso de producirse la sucesión, es muy difícil que se pueda dar buenos resultados. También al retrasar el inicio del proceso se generan conflictos entre las personas implicadas que dificultan a veces de manera sustancial el desarrollo del proceso, y en ocasiones conducen a la empresa a una situación en la que los conflictos generados hace que la sucesión sea imposible. 
– ¿Cómo determinar si una persona es el sucesor adecuado? 
–El sucesor adecuado es aquella persona que mejor pueda implementar la estrategia de la empresa. Por supuesto, esta etapa requiere el apoyo de profesionales externos a la empresa. Generalmente, se producen dos grandes distorsiones que pueden ser muy perniciosas. La primera afecta a los miembros de la familia, sin pretender ser frívolo y con todos los respetos, en opinión de su madre cualquier miembros de la familia es el mejor para ser el sucesor, para el padre es muy difícil explicar a la madre que su hijo no es el más adecuado y para el hijo es imposible explicar a su padre que él no quiere ser el sucesor. Si ahora esto lo extendemos a varias ramas familiares con varios hijos candidatos, el conflicto está asegurado, excepto que esto se encargue a profesionales externos que consigan que los miembros de la familiar se mantengan al margen del proceso. La segunda afecta a los candidatos que no son miembros de la familia, que tratan de sobre ajustar su perfil y expectativas cuando vayan al proceso de selección con una empresa concreta. Por ello, desde el IME realizamos a los candidatos varias pruebas generales antes de que éstos conozcan a la empresa a la que pueden optar, gracias al gran número de empresas que confían en nosotros para estos procesos.
–¿Cómo prepara al futuro directivo? 
–Es la etapa más difícil de ejecutar y no se puede hablar en términos generales, pues depende de la persona seleccionada y del puesto a ocupar. Por supuesto, que es importante la convivencia con el anterior directivo, siempre que se den dos condiciones, que sea durante un tiempo limitado y sea tutelado por un profesional externo. Pero esta es la visión de ver la sucesión como un problema y se busca a alguien parecido al anterior para que el problema sea el mínimo posible. Sin embargo, se puede ver la sucesión como una oportunidad de manera que se aproveche el proceso para que sea un revulsivo para la empresa. En este caso, en el IME tenemos una larga experiencia y programas formativos para conseguir el mencionado efecto revulsivo en las empresas. Estos programas van desde el MBA en Dirección de Empresas Familiares, conocido por su excelencia en la formación de sucesores para empresas familiares como MBA DEF, hasta el Programa de Desarrollo Directivo (PDD) donde estamos formando a 20 directivos en el ámbito de la dirección de todo tipo de empresas, pasando por otros programas que sería largo de enumerarlos todos, pero sí quiero poner de manifiesto que cubren todas las necesidades de las empresas. 
–¿Cómo se realiza el traspaso de poderes? 
–De manera muy sencilla en un acto programado en contenido y en momento temporal. Aquí hay que incidir que se trata de un evento y que no debe ser un proceso, al menos en opinión de muchos sucesores no termina nunca. Estas situaciones que por desgracia se producen con mucha más frecuencia de lo que los implicados suelen reconocer, son otra de las causas que origina el fracaso del proceso. Es muy común encontrarse con directivos que, aún ya jubilados y con un sustituto, son muy reticentes a dejar la dirección de la empresa en términos efectivos, lo que genera todo tipo de problemas no sólo en relación al sucesor sino en general para todos los stakeholders de la empresa, pues no tienen un interlocutor único y con capacidad de compromiso.
–¿Qué destacarías de la sucesión en la propiedad? 
–Todos somos conscientes que este tipo de sucesión puede dar lugar a severos conflictos en cualquier empresa familiar. El proceso resultará más complejo cuánto más disgregada esté la propiedad, dado que la sucesión puede ampliar todavía más el número de copropietarios de las acciones o participaciones de la sociedad. El primer paso para establecer un plan de sucesión en la propiedad es analizar las influencias que puedan tener los miembros familiares en su relación con la empresa. Conocidas esas influencias se deben determinar las actuaciones necesarias para transmitir la propiedad aprovechando de la mejor manera posible las posibilidades que ofrece el ordenamiento jurídico. La mejor manera es, sin duda, a través del protocolo familiar (documento que contiene los valores esenciales de la familia y de la empresa, las reglas a seguir en la organización y sucesión de la empresa y su compromiso de cumplirlo o consecuencias en caso de incumplimiento).
–Sin duda, otro aspecto importante relacionado es la sucesión en el gobierno, ¿Qué destacaría al respecto? 
–Sí claro, la sucesión en la dirección y en la propiedad siempre deben de ir unidas a una sucesión en el gobierno, dado que el gobierno es el sistema de procesos y estructuras para dirigir y controlar la empresa. La empresa familiar debe tener una estructura de gobierno dual, una para la familia y otra para la empresa. Respecto a la empresa, el órgano de gobierno más común es el consejo de administración, el cual se ve afectado por los cambios en la dirección, que puede implicar cambios en el consejo de administración para cumplir la función estratégica del mismo. Así mismo, cambios en la propiedad darán lugar a cambios en el consejo de administración para cumplir las funciones de control e institucional. Finalmente, cambios en el consejo de administración de la empresa familiar pueden requerir cambios en el consejo de familia para facilitar la adecuada comunicación entre los miembros del consejo de familia y los consejeros familiares en la empresa.
–Para finalizar la entrevista, ¿dónde podemos encontrar más información del proceso de sucesión? –Tanto la Cátedra de Empresa Familiar como en el IME son centros de la Universidad de Salamanca y entendemos que divulgar todo este tipo de cuestiones es muy importante para que las empresas creen mayor riqueza. Cualquier interesado nos tiene a su disposición escribiendo al correo infoime@usal.es, en nuestra web http://ime.usal.es/ o en nuestras oficinas en el Edificio de la Facultad de Derecho.
Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/salamanca/201512/28/sucesion-empresa-debe-proceso-20151228123447.html

viernes, 20 de noviembre de 2015

Consejos para empresas familiares

Según ADEFAM, Asociación por el desarrollo de la empresa familiar en Madrid, en España existen casi tres millones de empresas familiares, generando cerca de 14 millones de empleos en nuestro país. Por lo tanto, el concepto familiar abarca una gran modalidad de tipos de organización, por lo que no es fácil establecer una serie de consejos globales para todas ellas. Una panadería de barrio puede ser una incluida en este grupo. Una empresa de seguros con cientos de empleados y que haya sido creada y gestionada por una familia, también entraría dentro de este grupo.
Por lo tanto, el denominador común, y el hecho sobre el que debemos centrarnos, es la dificultad que puede entrañar el dirigir una empresa con los miembros de tu propia familia. Si se tiene mucha confianza, en ocasiones prima lo emocional por encima de los negocios, y eso puede repercutir de manera directa (y negativa) en la compañía. Por ello, os dejamos esta serie de consejos que ayudan a que una empresa familiar funcione y tenga éxito:
  • Cuando los fundadores de una empresa familiar son un matrimonio, se debe terne cuidado, pues una hipotética separación puede generar diversos problemas a la empresa. Por esta razón, es muy recomendable establecer un protocolo familiar o un convenio. Este documento indica qué hacer en caso de divorcio, así como procesos de sucesión, nuevas incorporaciones a la empresa e, incluso, capitulaciones matrimoniales en las que se especifique el reparto de bienes en caso de divorcio.
  • Si la empresa necesita incorporar a alguien o se está pensando en promocionar a alguien interno, la manera más justa de hacerlo es con la ayuda de un técnico externo, independiente y objetivo, para que además de evitar problemas entre la familia, se elija el candidato más profesional o se ascienda a quien lo merezca, pensando en todo momento en el bien del negocio, y no en intereses personales.
  • Si se trata de una empresa en la que hay dos hermanos, con cierta rivalidad, es vital establecer desde el primer instante las funciones y las responsabilidades de cada uno de los hermanos. El afán de liderar, o las envidias por las responsabilidades de uno y otro hermano, son las principales causas de cierre de las empresas familiares, por lo que se debe plasmar por escrito los objetivos y las responsabilidades de cada uno. También es interesante redactar un código de conducta que refleje los procedimientos en caso de conflicto.
  • Los despidos entre familiares también son una fuente generadora de problemas. En estos casos, es la propia empresa la que debe tomar la decisión, y no delegar en terceras personas. Los miembros de la empresa deben apoyarse en la confianza y cariño que se tienen para asumir esta situación, pero no dejarse llevar por las circunstancias de cada uno. En los casos en los que se trate de un despido a un familiar que está resultando conflictivo, se le debe dar la oportunidad de modificar su conducta o probar a ubicarle en otra sección. El objetivo es que realice otras funciones, de modo que resulte más útil y competitivo para la corporación, antes de tener que optar por el despido.
  • La sucesión en la empresa suele ser el tema más delicado. Existen dos tipos de situaciones. Por un lado, la sucesión en la dirección, es decir, la gestión de la empresa; y, por otro, en el control de la sociedad (o sea, la propiedad). Resulta especialmente complicado elegir a un sucesor en la gestión de la empresa, de hecho, solo el 3% de las empresas familiares supera la tercera generación. Para elegir un sucesor en la dirección dentro de la empresa familiar se debe optar por alguien que tenga interés en dirigir la empresa desde hace años, que esté bien formado/a intelectual y humanamente, que cuente con formación universitaria en el ámbito de la dirección de empresas, que haya trabajado en otra empresa sin vínculos familiares, que asuma el cargo de responsabilidad desde el primer momento, y que demuestre ilusión y entrega.
  • Fuente: http://www.gedesco.es/blog/consejos-para-dirigir-con-exito-una-empresa-familiar/

lunes, 9 de noviembre de 2015

Mandamientos en la empresa familiar

Las empresas familiares cada vez son más numerosas en España, actualmente 3,5 millones de empresas tienen un 85% de capital familiar. La aportación de estas empresas al Producto Interior Bruto (PIB) asciende al 70% y generan más de 13 millones de empleo.

Estos datos nos hacen plantearnos cuáles son las normas que debe seguir una empresa familiar para poder sobrevivir en este momento de crisis económica. Os proponemos a continuación algunos aspectos básicos, sin perjuicio de que se pueden completar o modificar para adaptarse a cada caso concreto:
1.- Diferenciar empresa y familia.
Esta es una norma esencial para el buen funcionamiento de una empresa familiar, ya que existe el peligro de que se mezclen temas familiares con temas profesionales, cuando deben estar radicalmente separados. Los temas de familia se tratan en casa y los de empresa en la oficina. Algo tan obvio no es tan sencillo en la realidad, pero debe respetarse para que la empresa y la familia convivan adecuadamente.
2.- Realizar una planificación del negocio.
La empresa familiar debe tener muy claro hacia dónde quiere ir, su misión, de forma que la persona que la lidere encamine el negocio hacia ese objetivo ya prefijado. Por lo tanto, se trata de elaborar un plan de negocio claramente definido en el que se marquen todos los objetivos a alcanzar, en qué plazo y qué actividades se van a realizar para lograrlos.
3.- Formación continua.
La formación del líder de la empresa y de los colaborares es un aspecto esencial en cualquier empresa. Todos los miembros de la empresa, ya sean familiares o no, deben formarse continuamente para que la empresa familiar se adapte lo más rápido posible a los cambios del sector donde opere.
4.- Consejo de administración.
El consejo de administración de la empresa es aconsejable que cuente con miembros que no pertenezcan a la familia, para que las decisiones importantes se tomen de forma imparcial y en beneficio de la empresa.
5.- Busca el mejor talento.
La empresa familiar debe buscar las personas mejor capacitadas o con más talento, independientemente de si son familiares o no. Se trata de una empresa, por lo que se buscará a las personas más adecuadas para cada función independientemente de si existe o no parentesco.
6.- Pacto de socios.
Cuando se constituye una empresa familiar, es esencial dejar muy claro por escrito qué es lo que aporta cada socio y que va a recibir a cambio. Esto se logra mediante un pacto de socios que deberá establecer quiénes son los socios, qué aportan, que participación tienen en la empresa, cómo se les va a remunerar, cómo se van a repartir los beneficios, etc.
7.- Valores de la empresa.
La empresa debe sustentarse sobre unos valores éticos que se transmitan de generación en generación y que sean la base a inculcar a empleados y familiares que formen parte de la empresa. Dichos valores es aconsejable que consten por escrito.
8.- Transparencia.
Es fundamental la transparencia en todas las acciones que se lleven a cabo en la empresa, de forma que no surjan suspicacias internas y que la actividad de la empresa se desarrolle con normalidad.
9.- Liderazgo.
Toda empresa familiar, debe tener un líder capaz de motivar para que el resto de empleados o de familiares trabajen conjuntamente para alcanzar los objetivos comunes.
10 Establecer el proceso de sucesión.
La sucesión en una empresa familiar es uno de los aspectos más problemáticos, y puede suponer la continuidad o la desaparición de la empresa.
Se deben tener muy claros los criterios de sucesión, es decir, la forma de selección del sucesor a la cabeza de la empresa, y prepararse con bastante antelación, de forma que una vez llegado el momento del cambio la persona destinada a liderar esté formada y puede llevarse a cabo la sucesión con el menor impacto posible para la empresa y para su actividad.
Fuente: http://noticias.infocif.es/noticia/los-10-mandamientos-de-una-empresa-familiar

lunes, 2 de noviembre de 2015

Entendiendo la sucesión en la empresa familiar

La sucesión en las empresas familiares suele ser un proceso sensible y, con frecuencia fallido, porque involucra la diferentes visiones, intereses y perfiles de los integrantes de la familia, pero sobre todo porque hay grandes y diversas expectativas respecto del futuro y la disposición de los recursos patrimoniales de los involucrados. 
Este proceso es especialmente delicado, porque se requiere de claridad mental y firmeza de carácter por parte de los fundadores y eventuales sucedidos, y de madurez, humildad y capacidad de escucha por parte de los sucesores.
La evolución puede fallar porque no se sabe cómo identificar y formar a los sucesores, cuándo hacerlo, cómo comunicarlo o promoverlo en la familia. Las fallas también pueden deberse al desconocimiento técnico de los procedimientos de planeación y preparación de sucesores, o que no haya el liderazgo y las habilidades para manejar el programa desde las perspectivas técnica, económica y política.
Debido a la naturaleza misma del proceso de sucesión y lo vulnerable que éste puede ser, conviene tener claro en qué momento se debe iniciar y cómo habrá de realizarse. 
Por ello ha de ponerse en marcha justo en el momento en el que los fundadores están seguros de que tienen realmente materia de sucesión y es ahí cuando han de definir su estrategia e iniciar lo proyectado, combinando el aspecto político familiar con la estructuración del patrimonio y el manejo técnico de la sucesión en la empresa.

Planeación de la sucesión

A partir de que se sabe sobre la existencia de materia de sucesión, es decir, que se cuenta con una empresa que crea valor y cuenta con buen pronóstico de continuidad, y/o se cuenta con un patrimonio estructurado, es conveniente saber qué hacer para construir un futuro alineado a los objetivos de la empresa y el compromiso familiar.
Contar con un modelo-proceso claro para la planeación de la sucesión y la formación de los sucesores, mejorará la probabilidad de éxito de la estrategia por implementar. Si se opta por improvisar, no se puede aspirar a mucho.
Estos son los cinco pasos del proceso:
  1. Establecer propósito y visión prospectiva; que significa claridad de rumbo y destino para la empresa expresado en objetivos claros y las perspectivas de negocio, familiares, patrimoniales y sociales.
  2. Traducir la visión en plan de acción y perfiles de sucesión; que significa tener claridad en los procesos y actividades a formalizar e implantar para conseguir el logro de los objetivos expresados, y simultáneamente definir los rasgos y competencias de los perfiles de liderazgo y desempeño de la organización en el futuro.
  3. Diseñar estructuras y sistemas de protección; que significa la construcción del marco organizativo y regulatorio que se requerirá para potenciar las capacidades dinámicas y el orden necesario para mantener en el camino y con capacidad de anticipación o adaptación a la organización y a los equipos.
  4. Seleccionar sucesor y formar las competencias debidas; que significa tener la habilidad de elegir y preparar sucesores para las diferentes posiciones, sobre todo los liderazgos transformadores que habrán de gobernar, dirigir y operar. Y no menos importante saber cuidar, invertir y administrar y no disponer imprudentemente de recursos que deben servir a fines más altos. 
  5. Asegurar compromiso, competencia y confiabilidad del sucesor; que va a significar la continuidad, la creación sostenida de valor y la genuina responsabilidad empresarial con su entorno, pero con los stakeholders de su primer círculo.

Ventajas de planear la sucesión

En la planeación de la sucesión, una vez que se ha decidido el momento apropiado para iniciar el proceso y se cuenta con los modelos de planeación convenientes a la estructura de la empresa y la familia, es necesario que se definan las agendas políticas en el interior de las esferas de influencia del fundador o sucedido, la empresa y la familia.
Temas sensibles de las agendas y ventajas de hacerlo a tiempo y bien:
Agenda del fundador:
• Diseñar la retirada.
• Definir el proceso de traspaso
• Saber hacerlo a tiempo y bien
Agenda de la empresa:
• Definir el perfil del sucesor
• Introducir al sucesor en la organización
• Señalar el futuro de los directores no familiares
• Preparar la entrada de nuevos directores, familiares y no familiares
• Planificar la estrategia de sucesión, de salida del negocio o de institucionalización
Agenda de la familia:
• Evitar conflictos de interés y de relación en el interior de la familia
• Favorecer la preparación para alinearse al cambio
• Promover la adopción de criterios racionales en el proceso de cambio
• Dar entrada a diferentes perspectivas y visiones de los diversos miembros de la familia
• Ofrecer salida a los miembros de la familia, que no deseen continuar
• Diseñar las estructuras de sucesión

Modelos de planeación de sucesión y para la continuidad

Un proceso de planeación se detona a partir de algunos cuestionamientos, que tienen que ver con la familia y con la empresa, y que se convertirán en el eje de un ejercicio amplio de construcción de futuro, manejo de escenarios y la identificación de iniciativas de desarrollo y cambio. En este proceso conviene que participen los agentes relevantes de los diferentes grupos involucrados en un proceso sucesorio.
Preguntas guía:
• ¿Cuáles son las fuerzas que modelan nuestra empresa y nuestra familia?
• ¿Cómo influyen esas fuerzas en el actual funcionamiento del negocio?
• ¿Qué cualidades contribuyeron al éxito que hemos logrado?
• ¿Cuáles son las claves para el éxito futuro?
• ¿Qué caminos alternativos podríamos considerar?
• ¿Qué podemos aprender de la experiencia de otras familias y empresas que viven situaciones similares a la nuestra?
• ¿Cómo debemos modelar nuestro éxito futuro? ¿Debemos confiar en nuestras fuerzas? ¿Tratar de superar nuestras debilidades?¿Aprovechar al máximo nuestros recursos? ¿Explotar nuestros valores y objetivos?
• ¿De qué manera debemos preparar a quienes podrían ser los futuros líderes?

Consejos prácticos para incorporar y formar el compromiso con la empresa familiar

  • Integrar a los miembros de la familia dentro de la estructura y cultura de la empresa familiar. Hacerlos parte de su éxito, sus retos o problemas, pero por sobre todo de aquellas características que hace única a su empresa.
  • Definir un rol dentro de la estructura de la EF, a todos los miembros de la siguiente generación, incluso a aquellos que no quieren desarrollarse profesionalmente dentro de la empresa.
  • Establecer órganos de gobierno y sistemas de trabajo con procesos de toma de decisiones definidos.
  • Organizar prácticas familiares en la empresa, donde los miembros jóvenes puedan tener una oportunidad para ganar experiencia y mejorar sus habilidades.
  • Desarrollar una fundación familiar, ya que puede ser una gran oportunidad para: transmitir los valores familiares, asignar responsabilidades, comprometer a todos los integrantes, enseñar a trabajar en equipo, integrar a todos las generaciones en un objetivo en común, etc.
  • Asignar un mentor a los miembros familiares jóvenes para desarrollar su carrera y habilidades de liderazgo, muchas veces un proceso de desarrollo informal puede ser más efectivo antes de involucrarlos formalmente en unas prácticas en la empresa, en la dirección o en el consejo de la empresa.
Fuente: http://mundoejecutivo.com.mx/pymes/2015/10/30/sucesion-empresa-familiar-como-planearla

domingo, 25 de octubre de 2015

Paternalismo: pasivo o activo en las empresas familiares?

¿Es el paternalismo un activo o un pasivo en las empresas familiares? Esta es una interrogante que se da muy seguido entre propietarios de empresas, y a decir verdad, suele relacionarse como un concepto negativo para el desarrollo de una empresa. Mi opinión es que no es así, necesariamente.
Empecemos por entender qué es paternalismo. La palabra deriva de las siguientes raíces latinas: paternus (padre), alis (relativo a) y el sufijo ismo (doctrina, tendencia). Por lo tanto la palabra podríamos definirla como “tendencia a aplicar la autoridad y protección relativas al padre”, para el caso que nos ocupa tendríamos que agregar “a quienes no son nuestros hijos, sino nuestros colaboradores”. ¿Es esto perjudicial para la empresa?
Empecemos preguntándonos ¿Qué es lo que hace (o debería hacer) un buen padre que no debería hacer el dueño de una empresa? Un padre es co-responsable (junto con la madre) de la educación de los hijos. ¿Y qué es educarlos? formarlos en principios y valores que los hagan actuar correctamente. Esto último implica un gran desarrollo de la voluntad y una fuerte dosis de persistencia para mejorar cada día. Si esto lo hacemos con nuestros hijos ¿está reñido hacer lo mismo con nuestros colaboradores? Opino que no. De hecho creo que un propietario de empresa que realmente sea un líder ayudará a que las oersonas que trabaja con él crezcan dentro de la organización, que aprendan y que logren mejores posiciones, y que como herederos de los principios y valores del fundador, sean los llamados a transmitir estos a los nuevos colaboradores.
Para que esto suceda en la empresa se debe desarrollar apropiadamente y a medida de cada realidad, las buenas prácticas de la gestión del talento, desde la buena selección, la evaluación del desempeño, la capacitación, la oportunidad de asumir nuevos retos y responsabilidades (promoción), la comunicación fluida y transparente, y además, la aplicación de la disciplina cuando sea necesaria. Exceptuando la selección, ¿no son estas las prácticas habituales que desarrollamos a lo largo de la formación de nuestros hijos? Faltarían a todas estas las prácticas de distribución económica que en el caso del personal de la empresa deben seguir las reglas de mercado y de la meritocracia, y en el caso de los hijos deberían seguir las reglas de la sobriedad y la austeridad.
¿Pero es realista que las empresas puedan funcionar bajo estos principios? Simon Sinek en un difundido video del canal TED Why good leaders make you feel save [1], nos habla de la empresa Next jump (www.nextjump.com) cuyo fundador y CEO Charlie Kim tiene la política del “empleo de por vida” y lo hace bajo el principio que de la misma manera como ningún padre expulsaría a un hijo de la casa ante un entorno complicado, la empresa tampoco debería prescindir de sus colaboradores ante las dificultades, por el contrario, si alguien falla debe recibir el apoyo y la colaboración necesaria para que se recupere ¿no es esto lo que haríamos con uno de nuestros hijos?.
Lamentablemente, la esencia de la paternidad y del paternalismo muchas veces encuentra su lado oscuro. Para ambos casos, la deformación se consigue con la sobreprotección y el engreimiento; con la falta de exigencia, la exaltación y mal uso de los derechos ganados, la pérdida de la excelencia por el conformismo, y la devaluación de la meritocracia lo que genera mediocridad.
Corruptio optimi pessima est (la corrupción de lo mejor es lo peor). El paternalismo por lo tanto podría ser un gran activo para la empresa familiar si es que se cultiva en sentido apropiado y se fortalece con la exigencia y la búsqueda de la excelencia de cada persona de la organización.
Fuente: http://semanaeconomica.com/familiasac/2015/10/25/el-paternalismo-en-las-empresas-familiares/

domingo, 18 de octubre de 2015

La importancia de la diversificación de la empresa familiar

 Para que una empresa familiar se sostenga y perdure es necesario que apueste por la diversificación del plan de negocios y buscar otras oportunidades de expandirse, consideró el especialista Ernesto Poza. En el marco del IV Foro Internacional de Empresas Familiares que organiza la Universidad de Monterrey (UDEM), también expuso que la brecha generacional puede ser un impedimento para el crecimiento de una empresa familiar. Poza, profesor emérito en Thunderbird School of Global Management, en Estados Unidos, aconsejó a quienes dirigen este tipo de empresas que se concentren menos en la sucesión de la presidencia o dirección del negocio. Es necesario, subrayó, que se enfoquen más en cómo encontrar las vías que la lleven al éxito y uno de estos caminos puede ser adaptar el negocio a las demandas de los consumidores. “Esta diversificación se debe planear alrededor de mercados relacionados al giro de la empresa, o, si se exploran nuevos productos, lo mejor es partir de tecnologías probadas”, dijo. Poza sostuvo que “la brecha generacional puede ser un impedimento para el crecimiento de su empresa, donde los padres podrían pensar que en la diversificación hay que conocer los límites”. Entonces, apunto, “los hijos podrían buscar otros caminos, producto de la pasión por hacer algo diferente y con su propio sello”. El catedrático sugirió a los empresarios “apostar por escuchar las nuevas ideas, sobre todo cuando los hijos son aún jóvenes, pues de esta manera tienen mucha pasión” y están libres de prejuicios

domingo, 4 de octubre de 2015

Empresa familiar y la prevención de problemas

Las empresas son un terreno en el que las decisiones y estrés del día a día pueden tener como consecuencia que las relaciones personales y laborales de sus trabajadores se resientan. Por esta razón, crear una empresa familiar supone una decisión que ha de ser meditada y segura.
Expertos de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (Adefam) y el Centro de Mediación Empresarial de Madrid(Cmem) apuntan que «la mediación es una buena alternativa para tratar los problemas dentro de la empresa familiar y evitar su cierre».
Es el componente emocional el que hace que en las empresas de este tipo sea necesario diferenciar entre los vínculos familiares y la jerarquía de poder en el negocio. Antonio Sánchez-Pedreño, presidente del Centro de Mediación Empresarial de Madrid, señala que «la mediación es la mejor inversión que se puede realizar para resolver una disputa, pues, por un coste muy bajo, se puede llegar a solucionar las dificultades que surgen entre las partes».

Inversión en dinero y tiempo

Aunque en Europa la mediación supone únicamente el 1% de los casos que se abren, según datos del Banco Mundial y del Parlamento Europeo, el coste de los procesos de mediación supone un 78% de ahorro en comparación de los procesos judiciales. Los procedimientos en tribunales suponen un gasto medio de 8.000 euros, los de mediación tan solo 1.800 euros.
Pero el beneficio no es sólo económico. El tiempo también es un factor importante: en España, los procedimientos judiciales duran —de tiempo medio— 500 días; la mediación solo 50 días.
Antonio Montejo, abogado del Cnem, señala otras muchas ventajas: «la flexibilidad, la confidencialidad del proceso y la garantía de contar con un mediador idóneo en cada caso». Además recomienda que los empresarios introduzcan una cláusula de mediación para evitar, en el futuro, llegar a un proceso judicial.

Prevenir y regular, claves

La previsión es fundamental en estos casos. Las empresas familiares deben tener, según Mª Luisa Sanz y Jorge Miralles —dos expertos en mediación—, canales de resolución de conflictos dentro de las organizaciones y para ello tienen que crear reglamentos reconocidos y aceptados por todos los miembros de la familia y empresa.
Fuente:http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20151004/abci-resuelven-conflictos-emocionales-empresas-201509211708.html

lunes, 28 de septiembre de 2015

Implicancias de las Reformas del Código Civil de Argentina en la Empresa Familiar

La siguiente nota publicada por El Cronista Comercial, es una buena síntesis de las reformas del Código Civil de la Republica Argentina  en cuanto a sus implicancias en la Empresa Familiar.

La nota a transcribir tiene como fuente el link:
http://www.cronista.com/economiapolitica/Nuevo-Codigo-Civil-privilegia-la-continuidad-economica-de-las-empresas-familiares-20150928-0047.html
El nuevo Código Civil y Comercial va a impulsar en la práctica que la transferencia de una generación a otra sea de una empresa familiar se haga a un integrante de la familia y no a todos los herederos por igual, ya que apunta a favorecer la unidad económica, o sea la perduración de la compañía, más allá de que se mantenga o no en manos de la familia del fundador.
"El Código calla toda referencia al valor social de la perduración de la empresa familiar con participación de diversos linajes", afirmó Leonardo J. Glikin, director de CAPS Consultores, y añadió que ese texto legal suministra muchos instrumentos para empresas de dueño único (aunque revistan la forma jurídica de sociedades) y "no brinda ningún instrumento para la empresa articulada con los diversos talentos y niveles de compromiso de los miembros de una familia cada vez más amplia".
Por una parte, el Código establece un mayor margen de libertad para la planificación sucesoria, al aumentar la parte libremente disponible de 20% a 33,33% del patrimonio, para quienes tienen hijos, y de 33,33% a 50%, para quienes, no teniendo hijos, tienen a alguno de sus padres con vida. Y, por otra parte, admite en el artículo 1010 los pactos sobre herencia futura para "la conservación de la unidad de la gestión empresaria o a la prevención o solución de conflictos". Esos pactos pueden servir para diferentes objetivos, que Glikin resume como sigue:
- Incluir la designación de un heredero como único titular o como socio mayoritario.
- Establecer que no pueden ser socios o accionistas los parientes políticos.
- Definir que, en caso de fallecimiento del socio, su parte debe ser transferida a sus otros socios, y la familia debe recibir una cantidad de dinero (generalmente proveniente de un seguro de vida).
El artículo 2380 establece la atribución preferencial a favor del cónyuge o un heredero que haya participado en la formación de la empresa. Esto implica que, tanto por decisión del fundador como por pedido del cónyuge o un heredero, la empresa puede quedar en manos de una sola persona. Para Glikin, como consecuencia no querida, "esta disposición aumentará la cultura del mayorazgo, ya que sin duda, el heredero que participa en ‘la formación’ (nótese que no dice ‘la consolidación’) de la empresa, es el hijo varón mayor".
Y el artículo 2373 incorpora el instituto de la licitación en la sucesión, que permite ofrecer una cantidad superior a la valuación, para atribuirse la propiedad de un bien determinado. "Este instituto es un mecanismo adicional para que alguien evite compartir la empresa con su familia, lo que implica reducir la unidad y articulación de una empresa familiar a una simple cuestión aritmética: el que más ofrece se queda con la empresa, en una dinámica que puede repetirse en cada ciclo vital, lo que impide la consolidación de una empresa de familia a lo largo del tiempo", enfatizó Glikin.

Separación de bienes

El nuevo Código ha dispuesto la posibilidad de optar por otro régimen de administración de bienes en el matrimonio: el de separación, por el cual los bienes se mantienen en el patrimonio de quien los adquiere.
Mediante el régimen matrimonial de separación de bienes, los frutos de los bienes propios (por ejemplo, los dividendos de las acciones) son propios, y no gananciales como en el régimen de comunidad.
Esto es importante en la empresa, porque en el régimen de comunidad, siempre se plantea el carácter ganancial de la reinversión de los dividendos. Las acciones siguen siendo propias, pero esa reinversión puede dar lugar a un pedido de recompensa por parte del cónyuge (o sus herederos), en el momento de la finalización del matrimonio.
El nuevo Código establece con claridad que se debe mantener la unidad de la empresa y preferentemente de la gestión, por lo que, incluso en el caso de divorcio, deben atribuirse los bienes en función de quiénes han participado en su formación y quiénes están a car go, sin perjuicio del derecho del otro a recibir una compensación en dinero, o en otros bienes, indicó Glikin.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Puntos a tener en cuenta para que una empresa familiar sobreviva

De todas las empresas que hay en la Argentina, el 80 por ciento son firmas familiares, es decir, compuestas y manejadas por parientes que, además de compartir Navidad y Año Nuevo, trabajan juntos. 

Pero según un estudio de la Universidad Siglo XXI, existen una serie de tips a seguir para que, en el día a día, la empresa no caiga en problemas. 

Los 10 consejos: 

1.- Entender y asumir el status de una empresa familiar: los empresarios que son propietarios de organizaciones familiares deben entender como primera medida que están gestionando un modelo de firma con características particulares. La emocionalidad es un factor distintivo de las empresas familiares y es la principal causa de las desavenencias que ponen en peligro el tránsito de una generación a la siguiente.

2. Separar el ámbito familiar del laboral: las empresas familiares se conforman de tres ámbitos diferentes: la familia, la empresa y la sociedad jurídica; se debe evitar confundir los roles de los distintos ámbitos. Por ejemplo, pensar como padre o hijo en la empresa es un error habitual que genera conflictos que rápidamente se trasladan al seno familiar. Quien lidera una empresa familiar debe contar con un talento especial para no confundir los distintos roles que le toca cumplir.
 
3. Contar con un modelo organizacional coherente: el modelo organizacional de una empresa familiar debe ajustarse a la visión y objetivos de la misma por sobre las necesidades de los miembros de la familia. Para ello debe evitarse caer en el “familismo”, porque esto terminará por convertirla en un refugio de familiares que tarde o temprano buscarán privilegiar sus intereses por sobre los de la empresa.
4. Conformar una estructura jurídica que facilite los cambios generacionales: en los procesos de cambios generacionales que presentan algún nivel de conflicto entre los miembros de la generación sucesora, existe una mayor probabilidad de acuerdos cuando se discute por derechos (acciones, cuotas sociales) que por activos de propiedad del futuro sucedido (dinero).

5. Promover un gobierno corporativo eficiente: así aumenta la probabilidad de que las empresas trasciendan a nuevas generaciones. En el caso de las sociedades, la asamblea anual, el directorio, los comités gerenciales o las juntas directivas deben cumplir los propósitos por los que han sido establecidos. 

6. Evitar utilizar la palabra retiro: estoy es porque la misma tiene connotaciones negativas. Los fundadores, en acuerdo con los sucesores, no deben abandonar la empresa, deben asumir un nuevo rol que esté relacionado con la firma y no con la gestión cotidiana de ella. No se debe prescindir del conocimiento, la experiencia y la referencia de los mayores.

7. Planificar la sucesión: se debe pensar estratégicamente, lo cual implica pararse en el hoy y construir escenarios futuros que ayuden a determinar el camino ideal para la sucesión. De no hacerlo, ocasionará una serie de eventos complejos cuando llegue el momento del cambio generacional, que pueden poner en peligro la estabilidad de la empresa y la armonía de las familias propietarias. 

8. Contar con un Protocolo Familiar: es un documento en el que se plasman los acuerdos logrados por los participantes del proceso en diferentes temas que son considerados críticos. 

9. No elegir sucesores “A dedo”: los sucesores deben ser antes postulantes y el directorio debe seguir un proceso imparcial de selección del mismo.

10. Anticipar lo obvio: las empresas familiares deben entender la importancia de la anticipación de hechos o situaciones que tienen alta probabilidad de ocurrencia en el futuro. Previendo y planificando de antemano, se logra evitar posibles y probables crisis dentro de la empresa.
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