martes, 23 de junio de 2015

España y mediadores de Empresas Familiares

Solucionar los problemas derivados de la gestión de sociedades familiares es el objetivo de la start-up Mediarte, creada por la emprendedora Nuria Lasheras para "mejorar las relaciones familiares y ahorrarles tiempo, dinero y coste emocional".
Mediarte, empresa puesta en marcha después de que en marzo del 2012 se aprobara el decreto-ley de mediación en asuntos civiles y mercantiles, es un gabinete de terapia y mediación familiar desde un punto de vista multidisciplinar que busca "atender todas las necesidades que puede tener una familia en conflictos: psicológicas, terapéuticas, legales y mercantiles".
Así lo explica su fundadora, Nuria Lasheras, quién tras ocupar durante 15 años el puesto de directora financiera en una empresa familiar, decidió dedicarse "de manera exclusiva a la mediación familiar para contribuir a que las personas recuperen una buena relación personal" estableciendo para ello "unas reglas de juego que favorezcan la convivencia".
La mediación, según explica la fundadora de Mediarte, puede tratar "temas civiles y mercantiles desde la mediación escolar, familiar, comunitaria, en empresas en conflictos cliente-proveedor hasta en conflictos organizacionales".
Proviene de una empresa familiar, ¿de qué manera le ha influido?
Mi experiencia en mi empresa familiar ha sido y es fuente de inspiración para crear Mediarte. Los que pertenecemos a una familia empresaria desde pequeños convivimos con el hecho de que a nuestra familia nos unen lazos de sangre y amor, pero también de propiedad empresarial y de trabajo en muchos casos.
¿Qué cosas buenas y malas trae consigo una empresa familiar?
El inconveniente es que, cuando todo va bien, la energía y lealtad que se aglutinan mueven montañas, pero cuando surge un conflicto importante la energía destructiva puede ser potente, llevándose consigo la relación familiar y la empresa. Mientras que lo bueno es sentir la gozada de levantar una empresa, y mantenerla viva cada día, con los éxitos y fracasos que conlleva.
¿Considera que el boca a boca es uno de los factores más importantes a la hora de emprender?
Sí, porque la confianza es un factor importante a la hora de elegirnos, y quien te conoce te recomienda en base a esa relación de confianza que tiene contigo.
¿Qué consejo daría a quienes piensan en montar su propia empresa?
Les aconsejaría que les apasione su proyecto y su profesión, porque es el motor más potente que existe. Que dediquen tiempo a pensar, a planificar, y que realicen una buena agestión del tiempo.
¿El mayor obstáculo actual en su proyecto?
Es una herramienta bastante desconocida para el público. Además, culturalmente, cuando abordamos un conflicto buscamos guerra, y lo solemos consultar con un abogado




lunes, 22 de junio de 2015

De cada 10 pymes familiares, solo una sobrevive y llega a los nietos en Entre Rios (Argentina)

Las pequeñas y medianas empresas constituyen el sector más movilizador y generador de ingresos y de fuentes de trabajo. En la provincia, se estima que el 90% del sector privado son empresas familiares, de acuerdo con estimaciones oficiales; en el país, las cifras son similares.
Sin embargo, debido a problemas familiares, el 70% de ellas desaparecen en la transición de la primera a la segunda generación; y del 30% de las firmas que heredan los hijos, solo el 10% llega a los nietos.
La estadística resulta inquietante, preocupante. Por esa razón, en los últimos tiempos han asomado estrategias empresariales para cultivar una cultura de trabajo y empresarial en la familia, que permitan la continuidad de la empresa, en manos de la siguiente generación.
En los últimos meses, hubo charlas y propuestas de especialización en la materia, impulsadas por centros comerciales del interior, y últimamente por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos. Uno de los especialistas a cargo de esos encuentros es el consultor senior en Gestión y Gobierno de Empresas Familiares, Ceferino Sain, que además es uno de los organizadores del 1° Foro de la Empresa Familiar de la Región, que se hará en septiembre en Paraná.
Ante la consulta de UNO, el profesional que asiste a numerosas empresas entrerrianas sostuvo que estos inconvenientes que afectan la relación empresa-familia se presentan cuando ambas esferas “se juntan sin ningún tipo de gobierno, control, planificación y prevención; así surgen choques, conflictos y tensiones que pueden ser muy destructivos tanto para los resultados de la empresa como para la estructura familiar”. Y reconoció que si bien estos conflictos ocurren desde la existencia de estas organizaciones, se han incrementado a la pérdida de “la palabra empeñada”. “Es un tema clave: del apoyo que se le brinde a la empresa familiar para su desarrollo y sustentabilidad, dependerá las oportunidades que tengamos como provincia y como país en las próximas décadas”, sostuvo. 
A criterio de Saín, las empresas familiares “son compañías creadas y gestionadas por una o varias familias, y su objetivo estratégico comprende la continuidad de la empresa en manos de la siguiente generación familiar” y planteó que lo interesante es analizar en cada caso, qué lleva al empresario a actuar de una determinada manera. Si pone mayor énfasis en la familia por sobre la rentabilidad, es muy posible que prime el nepotismo, coloque en puestos gerenciales y de decisión solamente a familiares por ser portadores de apellidos o de vínculos, no por sus capacidades, lo cual lleva a aumentar los riesgos de administración y finanzas, y se presentarán debilidades para la continuidad de la empresa familiar. Si el empresario hace predominar la rentabilidad del negocio por sobre la familia, se fomentará una relativa seguridad a futuro de la empresa, a costa de la unidad familiar. Por lo tanto hay que buscar un equilibrio entre estos dos sistemas que nacieron para convivir: el de la empresa y el de la familia”.
– ¿Cuáles son los conflictos o problemas más habituales que suceden en las empresas familiares?
– La empresa y la familia, desde su nacimiento tienen objetivos muy distintos. Cuando ambos sistemas se juntan sin ningún tipo de gobierno, control, planificación y prevención surgen choques, conflictos y tensiones que pueden ser muy destructivos tanto para los resultados de la empresa como para la estructura familiar. El hecho de no saber clarificar los objetivos e identificar correctamente los espacios y momentos que corresponden a la familia y a la empresa son las principales causas que originan los conflictos entre ambos sistemas. 
– Eso va acentuando diferencias y tensiones.
– Por ejemplo, utilizar un espacio dedicado a la familia, como es el almuerzo del domingo, para discutir problemas y asuntos de la empresa; o discutir sobre temas concernientes estrictamente a la familia delante de los empleados en la empresa. Ambas situaciones grafican cómo no se ha sabido crear y respetar el espacio que corresponde a cada uno de los sistemas. En el ámbito en la empresa hay que crear y desarrollar la gerencia para conversar asuntos relativos a la empresa; y un ámbito en la familia –como un consejo de familia– para conversar cuestiones de la familia vinculadas a la empresa. Este último ámbito es el que crea el Protocolo Familia, que es un documento escrito que enuncia pactos consensuados sobre los valores y la relación entre familiares y sus políticas con respecto a la empresa.
En relación a los inconvenientes en cada paso de generación, Saín opinó que cada etapa por la que transita tanto la familia como la empresa, tiene sus propios desafíos. “De acuerdo a cómo resuelve cada generación esos retos, será la manera en que reciba la empresa y la familia la siguiente generación. La cultura de una buena familia empresaria que se haya podido conformar en la primera generación resultará clave para que las siguientes tengan un excelente desarrollo”.
De la palabra empeñada al Protocolo
Qué llevó a que en los últimos años haya surgido el interés en analizar y actuar para mejorar la gestión de las pymes familiares, resulta de varias cosas que emergen en la actualidad. En ese marco, Saín indicó que la práctica de protocolizar qué hacer ante eventuales conflictos se lleva a cabo desde hace 40 años. “Antes no se realizaban protocolos familiares por una razón principal: la seriedad de la palabra empeñada. La palabra era como un sello en la boca de quien decía algún compromiso y además era bien captada por quienes escuchaban y asentían en cumplir lo pactado. Desafortunadamente el sello de los pactos verbales desapareció y obligó a pactar todo por escrito. Pero lo más importante del Protocolo Familiar, según mi experiencia, no es el documento final, sino el proceso que se da para llegar a esos pactos”. Así, planteó que durante las reuniones que los familiares realizan para consensuar los acuerdos, van surgiendo muchas experiencias emotivas, vividas por cada participante hace mucho tiempo y otras recientes, algunas dolorosas y otras felices. “Por esta razón el protocolo no debe desarrollarse en momentos en que se está en conflictos de poder entre los miembros familiares; sino aprovechar los períodos de buena unidad familiar. Si esa paz y unidad familia no existe, hay que tratar de lograrlas primero, porque el protocolo no es para hacer desaparecer los conflictos sino para que cuando se produzcan se sepa cómo gestionarlos con base a los acuerdos realizados.
Fuente: http://www.unoentrerios.com.ar/laprovincia/De-cada-10-pymes-familiares-solo-una-sobrevive-y-llega-a-los-nietos-20150621-0031.html