Empresas pequeñas si se comparan con el resto del mundo, pero grandes en el contexto nacional». Así es como define Emilio Pérez Nieto, presidente de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar y del grupo de automoción Pérez Rumbao, a las compañías con raíces en el tejido productivo gallego. Y es que estas aportan el 85% de la riqueza total de las que operan en Galicia; de las 100 mayores, 69 pertenecen a este ámbito, de ahí la importancia de garantizar su supervivencia y que hace valer el empresario en su conversación con ABC.
«Los datos históricos muestran que Galicia no es un territorio muy atractivo para la inversión extranjera, poror eso es fundamental la existencia y supervivencia de las empresas propias, familiares. En Galicia representan el 92% del total. Lo más significativo es que este ecosistema (de baja penetración de multinacionales) no ha generado empresas autárquicas, poco modernas o con poco peso. La mayoría de las familiares gallegas están internacionalizadas», señala.
Y así lo revela el informe «Empresa que viven aquí», recientemente presentado y que constata que Galicia es líder en España en compañías de carácter familiar, cuya contribución ha sido clave para frenar los efectos de la crisis. A su aportación al Valor Añadido Bruto (VAB), con el porcentaje más alto del mapa nacional, se suma el hecho de que generan empleo «estable y de mayor calidad», tal y como acentúa Pérez Nieto. Con un número medio de 394.083 empleados, según recoge el estudio, el porcentaje en la Comunidad gallega es casi 20 puntos superior al promedio; un 86,3 frente a un 66,7.
Según indica Pérez Nieto, «la importancia de la empresa familiar en Galicia es mucho mayor que en el resto de España». Cuatro son los motivos sobre los que hace hincapié el empresario. Cita así que «la mayoría tenemos protocolos de sucesión», además «las empresas familiares emplean y tienen cargos directivos con mayor proporción de mujeres que el resto». El31 por ciento de estas compañías tienen como gerente a una mujer, frente al 14 por ciento que arroja la media. La razón de este diferencial la explica en que «somos el mejor reflejo de la realidad social». El tercero de los porqués se refiere al tipo de empleo que generan, «más estable, porque la relación y la vinculación con los trabajadores y los equipos es más fuerte».
Por último, señala que «somos empresas que viven aquí y que siempre vamos a vivir en Galicia. Este es el verdadero efecto sede, no tanto por la imputación a Galicia del impuesto de sociedades como por la presencia de nuestros servicios centrales, centros de decisión y empleos de mayor calidad y cualificación».
«No hay deslocalización»
Al hilo, recomienda «diferenciar la localización de la multilocalización». «Muchas empresas familiares gallegas tenemos aquí nuestras sedes centrales, pero nos hemos internacionalizado y tenemos centros de producción y mercados en otros países. Lo que no significa que nos hayamos deslocalizado», sostiene, quien reitera que al tiempo «somos las que tenemos más vinculación social y cultural con el territorio».
Según los datos del estudio, basados en empresas con facturación igual o superior a los dos millones de euros anuales, diez o más empleados y actividad al menos desde 2012, en los últimos 15 años se han registrado 36.698 empresas vivas; 17.009 más que hasta el 2000. Al cierre de 2015 se contabilizaban un total de 81.054 compañías inscritas en la Seguridad Social. El dato supone una caída de 562 respecto a 2012, pero 754 más que en 2014.
En cuanto al impuesto de sucesiones, reconoce que «la Xunta ha avanzado mucho y cada vez se entiende mejor nuestra propuesta de que no debe fiscalizarse igual heredar un cuadro que heredar una empresa, si lo que se persigue es su continuidad y estabilidad en Galicia. Del mismo modo que no debería fiscalizarse igual el gasto que la inversión».
Otra de las diferencias que remarca Pérez Nieto es que «es raro que una empresa familiar salga a Bolsa como estrategia, o que entre en el MAB (Mercado alternativo Bursátil)». La primera opción, explica, «es muy cara para una empresa de tamaño medio y el MAB carece del volumen suficiente para obtener financiación y garantizar liquidez a los inversores». Este es el motivo por el que estas empresas, en la medida de sus posibilidades, apuestan por financiarse con cargo al propio ahorro familiar y a los beneficios, indica el empresario.
Fuente: http://www.abc.es/espana/galicia/abci-empresas-familiares-somos-mejor-reflejo-realidad-social-201603281228_noticia.html
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