sábado, 21 de mayo de 2016

Hijos, administración o gestión en la Empresa Familiar.

Durante abril se celebraron muchas juntas de accionistas de sociedades anónimas y leímos en los diarios que varias importantes empresas que cotizan en Bolsa -y cuya propiedad es controlada por familias empresarias- habían incorporado a sus hijos en los directorios. ¿Es recomendable que los hijos participen en los directorios? ¿Es bueno que estén en la gestión? Vamos por partes.
Que los hijos sean directores en las empresas que controlan sus familias no tiene nada de malo, al contrario, es parte de la sucesión natural y búsqueda de la necesaria continuidad de una familia empresaria. Pero cuando esos hijos son muy jóvenes (menos de 35 años) y no han tenido suficiente experiencia en la gestión de esas empresas u otras de similar tamaño o nivel de profesionalización, sí puede ser un problema y, en general, no es recomendable.
Si esos hijos son directores de las empresas controladas por sus familias y, al mismo tiempo, ejecutivos de otras empresas, está bien. El problema es cuando su único trabajo es ser directores a muy temprana edad y sólo se dedican a eso. Un joven de menos de 35 años necesita generar pasión por su trabajo, sentir adrenalina en lo que hace y siendo sólo miembro de un directorio en que se toman grandes decisiones y se controla la gestión, no se siente esa pasión y esa adrenalina. Peor aún, al no trabajar en un puesto de línea y no tener que liderar personas ni reportar resultados a un superior, no se consiguen logros personales, lo que incide en una menor autoestima y confianza en sus propias capacidades. Sin duda el directorio puede conseguir logros, pero serán logros colectivos y en conjunto con la gerencia. En suma, hijos muy jóvenes que sólo ocupan posiciones en directorios y no tienen trabajos ejecutivos serán, muy probablemente, hijos con poca motivación, inseguros y con baja autoestima.
¿Cómo preparar, entonces, a los hijos para ser buenos directores de las empresas controladas por su familia? Hay dos caminos alternativos: 1) Participando en la gestión de esas empresas como ejecutivos en puestos de línea, y 2) Trabajando en otras empresas que no son de la familia. Veamos cada caso.
La mayoría de las familias empresarias permiten y/o desean que sus hijos trabajen ejecutivamente en la empresa familiar. (Recordemos que lo recomendable es que lo hagan después de obtener su título universitario y trabajar al menos dos años en otra empresa). Así, los jóvenes ganan experiencia, conocen los negocios de la familia y se validan ante los ejecutivos no-familiares. Al mismo tiempo, van poco a poco consiguiendo logros, lo que les hace sentir motivación, pasión por lo que hacen y autoestima. Algunas familias no tienen problema en que estos jóvenes lleguen a ser gerentes, mientras otras prefieren que ese trabajo sea sólo hasta puestos de cierto nivel, no de gerencia, para no interferir con los no-familiares o generar confictos en la familia. En cualquier caso, estos jóvenes estarán preparados para cuando les toque ser directores, ojalá a partir de los 40 años.
Hay algunas pocas familias que no quieren que sus hijos trabajen en la empresa familiar. En este caso, es fundamental que esos hijos trabajen y hagan carrera en otras empresas que no sean de su familia para que sientan esa pasión y adrenalina, y desarrollen su autoestima. Los conocimientos, experiencias y logros adquiridos, les serán muy valiosos para cuando deban representar a sus familias en los directorios.
Como corolario, es fundamental que las familias empresarias que buscan la continuidad de sus empresas en manos de la familia comprendan que, para ello, deben contar con líderes preparados y seguros de sí mismos en la siguiente generación. Como lo definió un experto, la autoestima “es el cinturón de seguridad para tiempos turbulentos”. Sin embargo, ello es difícil de conseguir si estos líderes no han experimentado la gestión, no se han “ensuciado las manos” y sólo han participado en los directorios.
Fuente: http://voces.latercera.com/2016/05/20/jon-martinez/hijosen-el-directorio-o-en-la-gestion/

viernes, 20 de mayo de 2016

Comapan, una empresa familiar la cuarta generación

Las empresas familiares en el país tienen a desaparecer y son pocas las que se mantienen con el paso del tiempo. No sobrepasan las dos generaciones. Pero hay excepciones, como el de Comapan fundada por paisas afincados en Bogotá. La Compañía Manufacturera de Pan nació con la visión de mantenerse y ya va en la cuarta generación; son 66 años siendo una empresa netamente de capital colombiano. En su momento fue la pionera en traer la tradición del pan tajado al país y así la sigue identificando el consumidor doméstico, pese a que ahora tiene un portafolio de 270 productos entre panadería, pastelería, salsas y conservas. 
Siete años después de la creación de la empresa, lanzan al mercado el primer ponqué redondo, que de inmediato se convierte en el producto ideal de las amas de casa. En 1970 inauguran las plantas de fabricación de productos como mermeladas, salsas y conservas. Comapan se ha fortalecido con la apertura de cinco plantas de producción y la vinculación de 1.159 empleados, sigue en el mismo sitio donde nació: el tradicional Puente Aranda en la capital colombiana.
No les preocupa la competencia, hay mercado para todos, dice Alejandro Vélez, que junto a su hermano, Jaime, sigue al frente de la sociedad. El consumo per cápita de pan en Colombia es bajo frente a los países de la región: en Colombia alcanza los 24 kilos, en tanto en Argentina es de 76, España 46, Ecuador 37 y México 33.
En cuanto al comportamiento del consumo de trigo, Colombia tampoco sale bien librada. Teniendo en cuenta consumos entre 27 y 61 kilogramos al año, en el país se consume 29 kilos, En Ecuador 38, Brasil y Perú 54, México 36, Cuba 52 y Venezuela 53.
“Durante estos 66 años, en Comapan nos hemos esforzado por ofrecerle a los colombianos variedad de productos de calidad, que conservan las recetas originales de familia”, dice Alejandro Vélez, presidente de la compañía. Jaime Vélez se atreve a decir que Comapan es el segundo, después de la mexicana Bimbo, en las franjas de panadería y en pastelería también se mantienen después de la colombiana Ponqué Ramo y en las salsas, mermeladas y conservas son fuertes con el 7% del mercado de país. En los últimos años ha realizado inversiones que superan los ocho millones de dólares implementando nueva tecnología en las plantas de producción.
La sociedad registra ventas totales de 110.000 millones de pesos para este año. Hasta abril de este año el crecimiento es de entre 5% y 6%. Lo esperado es crecer hasta el 11%, dice Alejandro Vélez. “Estar a la vanguardia es uno de los principales retos para nosotros en Comapan, así como llegarle a más públicos en las diferentes regiones”, dice. El crecimiento de Comapan es una muestra del amor que guardan los colombianos por la tradición, acompañado de frescura, calidad y sabor, remarca Alejandro Vélez.
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/economia/comapan-una-empresa-familiar-manos-de-cuarta-generacion-articulo-632550

Opinión sobre las consecuencias cuando los países no respetan las Empresas Familiares

Impulsar el crecimiento de la empresa familiar es el objetivo que José Ramón Sanz se ha propuesto lograr desde la Fundación Numa y desde CEIM. Sostiene que la empresa familiar es más rentable, productiva y longeva que el resto, pero reconoce que «aún le queda mucho camino por recorrer» respecto a la gestión global de su patrimonio. 
José Ramón Sanz, presidente y patrono de la Fundación Numa y presidente y consejero delegado del Grupo Numa, es un adalid de la empresa familiar y un experto en la gestión de empresas y patrimonios familiares; conocimientos y experiencia que comparte con otros empresarios familiares para ayudarles a establezcer una estrategia global empresarial y patrimonial para evitar poner en riesgo aquello que «tanto trabajo les ha costado conseguir».
¿Qué estrategias de gestión patrimonial están siguiendo las empresas familiares después de la crisis?
Lo más importante y positivo de esta crisis es que los empresarios hemos recuperado la prudencia. Aunque, poco a poco, la nostalgia de épocas en las que las inversiones tuvieron altos rendimientos está llevándonos a asumir más riesgo que, en muchas ocasiones, no se ve recompensado por el aumento razonable de los retornos esperados. 
¿La empresa familiar gestiona bien su patrimonio?
Esperaba una mayor toma de conciencia después de la crisis. Por lo general, el empresario está enfocado principalmente en la gestión de sus actividades empresariales operativas y de su 'holding', dotándoles de equipos competentes y suficientes. Por el contrario, no suele establecer una estrategia patrimonial global y acostumbra a dejar en manos de terceros la gestión de la liquidez, a la que, normalmente, no dedica la suficiente atención y control. A veces no cuenta con equipos profesionales coherentes con la complejidad y relevancia de sus inversiones y esto supone poner en riesgo lo que tanto trabajo costó conseguir. 
Usted promueve que las familias empresarias creen un modelo de 'Oficina de familia' para gestionar su patrimonio. ¿Por qué es importante crear esta oficina?
La familia empresaria debe gestionar las dinámicas propias de la familia, de su holding y de sus inversiones. Pero tiene que ser consciente de que las interacciones entre estos tres perímetros tienen consecuencias muy relevantes para los resultados y la continuidad de los negocios familiares. Por tanto, en la Fundación Numa entendemos la oficina de familia como la sede social de la familia, el lugar de encuentro de todas las generaciones. Fruto de ese diálogo intergeneracional surgirá una estrategia global empresarial y patrimonial que permitirá una gestión de riesgos eficaz, que tendrá que tener en cuenta las oportunidades y los riesgos de las interrelaciones entre todos los activos. Así, la oficina de familia se acabará convirtiendo en el lugar donde se rinden las cuentas de la gestión de la actividad empresarial. 
¿En qué tipo de activos invierte la empresa familiar?
Tradicionalmente las familias empresarias han invertido sus ahorros en activos inmobiliarios y financieros. Tras la crisis, buscan menos riesgo y más liquidez y han dejado en un segundo plano la rentabilidad. Se percibe una tendencia a profesionalizar su asesoramiento y aprovechan las oportunidades que se presentan para diversificar su patrimonio. Siguen manteniendo su atractivo los fondos y los fondos de fondos de private equity y la inversión directa, que les permiten acceder a un esperable mayor rendimiento a cambio de sacrificar la liquidez.
¿Qué pasos tiene que seguir la empresa familiar antes de invertir? 
Antes de decidir en qué activos invertir, cada familia debe hacer un análisis global de la estructura patrimonial y un diagnóstico integral de riesgos y correlaciones. En base a este análisis, deberán decidir su estrategia de inversión, las políticas y restricciones. Asimismo, teniendo en cuenta sus capacidades financieras y humanas, deberán identificar los mejores sectores y activos donde invertir. ¿Cuáles son? Aquellos que le permitan alcanzar sus objetivos de retorno con un nivel de riesgo, una diversificación y un nivel de liquidez coherentes con su estructura patrimonial.
¿La empresa familiar ha aprendido a tomar el control de su patrimonio o aún le queda un largo camino por recorrer? 
Creo que queda mucho camino por recorrer, aunque estoy convencido de que la incorporación de las nuevas generaciones con una mejor formación financiera acelerará este proceso de toma de control.
Le he oído parafrasear a Howard Marks al apuntar que «para conservar el patrimonio debemos tomar más decisiones buenas que malas» y, por ello, «es importante tener una filosofía de inversión». ¿Las familias empresarias tienen esta filosofía?
Las familias empresarias, por lo general, están más enfocadas en sus 'holdings' empresariales que en gestionar sus inversiones. Tan solo las familias empresarias de bastantes generaciones y con un patrimonio relevante tienen una filosofía de inversión. Pero no siempre integran todo su patrimonio (holding empresarial, inversiones, capital familiar) al diseñarla, lo que les impide obtener mejores resultados o una mejor gestión de los riesgos.
Uno de los 'mandamientos' en la empresa familiar es que los negocios tienen que separarse del patrimonio familiar. ¿Está de acuerdo con él? 
Sin duda. Siempre es aconsejable tener una estrategia de diversificación de riesgos y realizar una separación de los activos que componen el patrimonio familiar, ya que están asociados a las diferentes actividades empresariales, a las participaciones e inversiones de los miembros de la familia. En el patrimonio de una familia esta separación es muy difícil porque sus miembros pueden ser un factor de interconexión entre ellos. Si deseamos conservar y transmitir nuestro patrimonio a las nuevas generaciones, estas y otras medidas de protección patrimonial son imprescindibles.
¿La empresa familiar necesita nuevas políticas fiscales que faciliten su continuidad y el relevo generacional?
Me parece injusto que los partidos políticos hagan demagogia y amenacen a los empresarios y sus familias con el impuesto de patrimonio, donaciones y sucesiones teniendo en cuenta que, a través del IRPF y otros tributos, ya se han pagado los impuestos correspondientes a lo largo de la vida. Los empresarios, si es necesario, arriesgan todo su patrimonio personal al servicio de la continuidad de sus empresas y hacen grandes esfuerzos para mantener los puestos de trabajo. Por tanto, los impuestos de sucesiones y donaciones, aparte de ser injustos, son un ataque directo a la financiación y sostenibilidad de las empresas familiares que terminará penalizando la creación de empleo. Si las administraciones fueran tan eficaces en el control de su gasto y la persecución de los delitos, como la Agencia Tributaria lo es en la gestión de la recaudación, en este país no estaríamos hablando de ajustes, ni de impuestos de bajo impacto en el presupuesto. Un país que no respeta a los empresarios y especialmente a la empresa familiar es un país sin futuro. Lo que tienen que hacer los gobernantes es no improvisar en política fiscal porque están descapitalizando a las familias empresarias.
Ha sido nombrado presidente de la Comisión de Empresa Familiar de CEIM. ¿Qué objetivos y actividades se ha planteado acometer desde este cargo? 
Me siento orgulloso de que el presidente y la junta directiva me hayan dado su confianza. Ya tuve esta responsabilidad en anteriores etapas, pero en 2010 decidí dar por finalizada mi actividad institucional en CEIM y la Cámara de Comercio de Madrid porque, en ocasiones, se tuvo una actitud de sumisión a los poderes políticos. Pero la llegada a la presidencia de CEIM de Juan Pablo Lázaro ha hecho que me sienta de nuevo ilusionado y comprometido con el proyecto. La Comisión de Empresa Familiar está definiendo una propuesta de misión, objetivos y actividades que van encaminadas a convertir a CEIM en un lugar de encuentro y diálogo entre empresarios, asesores, académicos y otros 'stakeholders' sobre los retos de la empresa familiar y las familias empresarias. Tiene entre sus objetivos trasladar a la sociedad el aporte de valor y creación de riqueza que las empresas familiares realizan a la sociedad española y lograr que los empresarios recuperen el orgullo de serlo, porque ser empresario es un orgullo.
Fuente: http://www.finanzas.com/noticias/economia/20160519/pais-respeta-empresa-familiar-3411343.html

domingo, 8 de mayo de 2016

Garantizar la sucesión en la Empresa Familiar

La sucesión en todas las empresas familiares es el factor número uno de generación de conflictos y, como algunos colegas dicen sobre el proceso, si lo que se quiere es que la empresa familiar perdure en el tiempo, la sucesión no es optativa. En algún momento se tendrá que dar, por lo cual, debemos cambiar la pregunta de ¿se dará o no la sucesión?  a ¿cómo se planifica un proceso de sucesión exitoso?
En un porcentaje alto, la sucesión se da más por un evento que por un proceso planificado y organizado en el cual se deben salvaguardar los intereses de la empresa y, por ende, de la familia.
Sorprende, por todos los elementos colaterales que este tema implica, el porcentaje todavía tan elevado de familias empresarias que no se atreven a plantear de manera abierta la sucesión y se dejan al azar muchos elementos que requieren de una planificación previa.
La sucesión bajo la filosofía de las empresas familiares más antiguas del mundo es un proceso que se debe planificar por lo menos con diez años de antelación sin ser una ley escrita en piedra. Dichas empresas tienen sus procesos bien definidos y afinados gracias a la experiencia adquirida en el paso de una generación a otra generación.
Las opciones que se tienen en un proceso planificado de sucesión son básicamente dos: la primera opción es que el sucesor es miembro de la familia y la segunda opción es que no hay un miembro de familia apto para atender los retos estratégicos que tienen las empresas, con lo cual se tiende a buscar a un candidato apto por fuera de la familia. Así mismo, en las dos opciones existen dos sub-categorías: la primera es que el sucesor ha trabajado durante un período prolongado dentro de la empresa o, por el contrario, nunca ha trabajado en la empresa familiar. Se entiende que en cada caso el tratamiento y la planificación del proceso de sucesión cambia radicalmente.
Los cuatro protagonistas que se deben tener en cuenta durante el proceso se pueden personificar de  la siguiente manera:
1) El sucesor, quien va a recibir la batuta.
2) El predecesor, quien debe entregar la batuta.
3) La familia, personificado por los miembros de familia que controlan las acciones de la compañía.
4) La empresa, personificada por todos los empleados y, sobre todo, quienes van a verse afectados—tanto de manera positiva o negativa— durante y después del proceso una vez este se complete.
Algunos académicos también se refieren al estilo del predecesor como un elemento fundamental a tener en cuenta a la hora de planificar la sucesión. Por ejemplo, el profesor Poza en su libro de empresas familiares describe seis diferentes tipos de estilos de los predecesores (1. El Monarca; 2. El general; 3. El embajador; 4. El gobernador; 5. El inventor; 6. El zar)  y los cataloga de acuerdo a su comportamiento y a su estilo de dirección. También menciona, en algunos caso, la importancia de los cónyuges de los predecesores y el rol que estos juegan durante el proceso de sucesión, afectando o contribuyendo al éxito del proceso.
Desafortunadamente cuando los candidatos son familiares o personas que vienen de afuera de la empresa la evaluación del proceso solo será a posteriori dejando algunos elementos a la suerte. Otras investigaciones sobre el tema mencionan que se tiene un mayor chance de éxito cuando se  ha planificado con antelación y de manera adecuada el proceso en especial la evaluación de los sucesores que han trabajado dentro de la empresa durante un tiempo prolongado. De igual forma,  se ha demostrado que cuando el sucesor es una mujer se tiende a tener un mayor porcentaje de éxito en comparación con el sucesor que es varón.
La primera fase del proceso requiere un diseño y trabajo con antelación. Sin embargo, lo más importante es una administración  adecuada para lograr llevar la empresa y el futuro de esta a un aterrizaje suave y no a un choque que acabe con la empresa y con la familia.
Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/esta-garantizado-el-futuro-de-su-empresa-familiar-por-raul-serebrenik/223443

viernes, 6 de mayo de 2016

La educación en la empresa familiar

imagine que tuvo que hacer un viaje con su familia a un destino desconocido donde muy pocos de los conocimientos y experiencias pasados le van a ser de utilidad. Imagine, además, que la riqueza material de su familia, su bienestar emocional y el prestigio del que gozan en la sociedad dependerán de la culminación exitosa de este viaje. ¿No se esforzaría por preparar a su familia para ese viaje? ¿Por lo menos, no les querría dar las habilidades de supervivencia básicas para terminarlo con éxito?
Por supuesto que lo haría. A pesar de ello, resulta alarmante que muchas familias vinculadas a una empresa tienen muy poca preparación para la sucesión y para la planificación de la continuidad. Sobra decir que, con frecuencia, las consecuencias son lamentables. Para muchas familias, el viaje parece tan engañoso que optan por no emprenderlo y, como resultado, desaprovechan una oportunidad muy importante para darle forma a su futuro de manera activa.
En la realidad, no tienen muchas opciones acerca de emprender el viaje o no. El proceso de cambio generacional en una empresa familiar está impulsado por el reloj biológico y no se puede detener. Su única opción es si se va a preparar para el viaje, dirigirlo, o permitir que el resultado lo determinen la suerte o la casualidad.

Considere lo imprevisible

Algunas familias se apresuran a planificar, antes de comprender totalmente lo que está en juego y de estar preparadas psicológicamente para ello. Desafortunadamente, en ocasiones los consultores los empujan a ello, con la mejor de las intenciones. Los consultores están impacientes por hacerle ver a sus clientes que sólo les cobrarán por el trabajo concreto y tangible, como lo es el proceso de planificación mismo. No obstante, prepararse para un cambio tan dramático involucra muchos aspectos imprevisibles.
Ya lo decía Shakespeare, la disposición lo es todo. Y el factor fundamental para la disposición es la educación. Es aconsejable ir más allá de asistir a seminarios, leer libros y artículos sobre sucesión. Por ejemplo, una importante empresa mexicana, en el ramo de la construcción, se han dedicado a aprender sobre el cambio generacional en empresas familiares complejas. Cuando viajaban a una nueva ciudad, se aseguraban de visitar familias cuyas empresas habían tenido éxito por varias generaciones, y les preguntaban cómo lo habían logrado. La pareja preguntaba sobre el diseño de sistema de gobernanza de su anfitrión, sobre lo que habían hecho para preparar a la siguiente generación, y sobre la manera en la que habían jubilado a los mayores. 
Y ahora con la presencia en México de Family Business Transition Conference , donde los ponentes son líderes de empresas familiares compartiendo sus experiencias, asisten como familia ya sea miembros involucrados en la operación como los que no están vinculados directamente en la operación del negocio, así como los ejecutivos clave de la empresas.
  • La educación, en su mejor expresión, inspira a los dueños de compañías a iniciar una investigación que dura toda la vida con respecto a la empresa familiar. No hay mejor manera de predecir qué tan bien le irá a una familia durante el estrés que involucra la planificación de la sucesión que el tiempo, la energía y los recursos que invierten en educarse a sí mismos acerca de los problemas que probablemente encontrarán en el camino.
  • La educación es importante porque da “perspectiva”. Entre más informado esté sobre los problemas generales que se relacionan con lo que está experimentando, estará mejor preparado para comprenderlos cuando se manifiesten en su caso particular. Esa perspectiva le ayudará a adquirir el valor que necesita para cambiar lo que puede cambiar, y la paciencia para aceptar lo que no puede cambiar. Además, la perspectiva puede aumentar su sabiduría para, como dice la “oración de la serenidad”, reconocer la diferencia.
  • La educación también da “validación”. Saber que otras empresas familiares están lidiando con muchos de los mismos problemas que enfrenta su familia, le permite ver que lo que está experimentando no es tan extraordinario. De hecho, puede incluso ser normal. Uno de los comentarios que con más frecuencia escucho decir a quienes participan en seminarios es: “Gracias, por lo menos ahora sé que no estoy loco”.
Ese sentido de normalidad puede ser reconfortante cuando se trata de solucionar dilemas difíciles y que con frecuencia llevan una carga emocional. Aún más importante es el hecho de que la validación que proviene de escuchar las experiencias de otros le ayuda a las familias a prever lo que les espera en el futuro. Gracias a una gran cantidad de estudios psicológicos, hemos podido saber que uno de los factores más importantes que contribuyen al estrés que sentimos en la vida es la incertidumbre —y la aparente pérdida del control que la acompaña.

Prever la resistencia emocional

Las fases de una transición generacional son predecibles, y poder preverlas aumenta notablemente nuestro sentido de dominio y control del proceso de cambio. Por ejemplo, saber que toda transición provoca resistencia emocional, puede ayudar a validar el hecho de que la gente en todo el sistema pueda estar indecisa acerca de emprender el viaje. La educación ayuda a legitimar esta resistencia como un tema de discusión. Y, por supuesto, la única manera en la que los miembros de la familia pueden trabajar constructivamente y superar su indecisión natural hacia el cambio, es hablando sobre sus sentimientos al respecto.
La educación también le da a las familias un “lenguaje” con el que pueden resolver los problemas. Uno de los obstáculos más grandes en lo que toca al manejo de las transiciones generacionales es que las familias simplemente no saben cómo hablar de sus problemas. No tienen los conceptos ni los términos que definen los problemas que enfrentan para discutirlos constructivamente. Por ejemplo, la simple noción de que diferentes perspectivas en una empresa familiar se pueden representar como tres círculos entrelazados —que representan a la familia, la empresa y la propiedad— le permite a los diferentes accionistas discutir y darle sentido a sus experiencias.
Todavía más importante, al adquirir un lenguaje común las familias empresarias aprenden a comunicarse y, en última instancia, a responder a sus circunstancias.
Finalmente, la educación promueve la esperanza. Cuando las familias se dan cuenta de que otras personas muy similares a ellas han emprendido el viaje y resultan fortalecidas, son más capaces de acoger el proceso de cambio y de hacer planes al respecto. Ésta es una razón por la que es tan importante difundir la información acerca de las familias que son modelo del manejo de las transiciones generacionales.
Fuente: http://mundoejecutivo.com.mx/pymes/2016/05/02/educacion-sucesores-empresa-familiar

Cuando los hijos no quieren continuar con la Empresa Familiar

Hablando de las relaciones de los padres empresarios con sus sucesores, resultan familiares hoy en día patrones como los que encontró Franz Kafka, en la relación empresarial con su padre. En este caso, el padre era el empresario y el hijo, el sucesor, que pretendía dedicarse a ocupaciones más elevadas, como la literatura. Parece que los padres empresarios se empeñan una y otra vez en pensar que el talento empresarial es hereditario, y que su vocación va a ser la de sus hijos. 
Hay elementos que podrían conducir la situación de forma adecuada, pero que, en muchas ocasiones, por falta de visión, no se aplican. Algunos de éstos, sin pretender nombrarlos todos, son:
   --Desarrollar el sentido común, a través de la máxima del correcto funcionamiento de la empresa y su orientación al mercado.
   --Favorecer una comunicación franca y sin reservas, ser generosos en los planteamientos, con empatía hacia todos los actores, cuanto antes mejor. Si uno tiene vocación de escritor , médico o músico, no es lógico pretender que renuncie a ello. Un desarrollo vocacional, no debe ser incompatible con una formación adecuada para gestionar con éxito el patrimonio empresarial. El ejercer como propietario, desarrollando la estrategia del negocio por medio del consejo de administración, se aprende, y no es incompatible con una dedicación a un trabajo diferente. La figura del pre-consejero y la formación específica en materia empresarial, son unas herramientas de éxito contrastado. 
   --La posición de propietario no debe verse reducida o relegada por el hecho de no trabajar en la empresa. En términos de equidad familiar, no es lógico favorecer al que tiene vocación de trabajar en la empresa, frente al que nó la tiene.
   --Hay que primar el talento para el trabajo en la empresa y los puestos de responsabilidad. Igualar las oportunidades de los familiares y no familiares a la hora de ocupar un puesto directivo.
   --Inculcar cuanto antes la cultura del esfuerzo. Los familiares deben ver dificultades y exigencia a la hora de ocupar un puesto directivo, prepararse cuanto antes para ocuparlo y demostrar una clara vocación. El resto de profesionales estará dispuesto a arrimar el hombro, cuando vea en el familiar esfuerzo y dedicación, si no es así, se pierde la confianza del equipo.
   --Entender que la dirección operativa del negocio no es un regalo. Los directores profesionales, de empresas no familiares, están bien retribuidos por el esfuerzo y la dedicación que el puesto exige. El familiar debe ser capaz y estar comprometido en aportar ese esfuerzo y dedicación, en muchos casos sin verse recompensado con un salario acorde.
   --La retribución por el trabajo debe ser acorde a la retribución de puestos de similar responsabilidad en la empresa. Es la mejor forma de evitar agravios comparativos tanto entre familiares como entre los que no lo son.
   --Que exista una retribución a la propiedad por la vía del reparto de beneficios despertará el interés de los propietarios por que el negocio esté competitivo y obtenga beneficio. Por otra parte, habrá que estar muy atentos a modular el reparto, para conseguir asentar la solidez de la empresa. 
El empresario que va a ser sucedido, debe abandonar el área de confort que proporciona haber desarrollado un negocio con éxito y debe plantearse un cambio de modelo mientras aún tenga fuerzas y capacidad. Piense en el futuro, en el vivirá el resto de sus días. La falta de previsión y reflexión de alternativas posibles, puede llevar, a que los callejones sin salida, sean las soluciones que con más facilidad se eligen. Franz estuvo al borde del suicidio y la fábrica de Hermann acabó cerrada. 
Aprender de las buenas prácticas que las empresas familiares han implantado a lo largo de la historia, es una de las mejores maneras de encontrar los matices que le permitan construir una solución propia y a medida de cada empresa familiar. Hasta el fabricante de tornillos considera que su circunstancia es particular y hay que buscar el mejor ajuste a esta.
Fuente: http://www.eleconomista.es/valenciana/noticias/7541976/05/16/Y-si-mi-hijo-no-quiere-seguir-en-la-empresa-familiar.html

lunes, 2 de mayo de 2016

Muchas grandes empresas familiares serán lideradas por mujeres

Numerosos estudios coinciden en que la figura de la mujer en una empresa tiene consecuencias positivas en el negocio. Éstos demuestran, entre otras cosas, que el toque femenino suele tender a reducir los riesgos y a apuntalar los resultados empresariales.
Esto podría explicar el hecho de que el 70% de los grandes negocios familiares estén considerando en estos momentos nombrar a una mujer como próximo CEO, según revelan los datos del Informe global sobre las mayores Empresas Familiares realizado por el Centro de Estudios de Earnst&Young.  
El 70% de los grandes negocios familiares están considerando nombrar a una mujer como próximo CEO. España y Alemania son los que están más conformes con esta idea.
El posicionamiento de la mujer en la empresa familiar se explica también por el interés que éstas han demostrado. El 41% de los encuestados aseguró que las mujeres fueron el miembro de la familia que más interés mostró en formar parte de la empresa en los últimos tres años.
España y Alemania son los dos países que llevan la delantera a nivel global en cuanto a esta cuestión de género. Sus empresas familiares son las que más están considerando la idea de incorporar a una mujer a dicho puesto. A éstos le siguen Turquía, India e Indonesia –por este orden-.
Por el contrario, los países del Golfo (Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos), Corea del Sur, Canadá y Bélgica parecen ser los más reticentes con esta idea.
La encuesta ha sido realizada en 2014 a las 2.400 mayores empresas familiares del mundo procedentes de los siguientes países: Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, los países del Golfo (Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos), India, Indonesia, Italia, Japón, México, Holanda, Rusia, Corea del Sur, España, Suiza, Turquía, Reino Unido y EEUU.
Fuente: http://www.laempresafamiliar.com/informacion/noticias/muchas-grandes-empresas-familiares-seran-lideradas-por-mujeres/